jun
01
Estos últimos días han sido muy éxitos, a pesar que no he visto los frutos de mi trabajo, lo más importante para mí ha sido mi propia satisfacción. Espero que esta satisfacción crezca aun más cuando los frutos puedan apreciarse.
Durante este mes de mayo de 2010 y parte del anterior abril me han sucedido muchas cosas, estuve en la actividad Espacio Centroamérica, me robaron dos teléfonos móviles, inicié la lectura de un libro nuevo, he conocido a nuevas personas y muchas cosas más. Las actividades del día a día, que son las académicas, han sido positivas aunque aun hay muchas que debo mejorar, pero me siento tranquilo al saber que al mismo tiempo he realizado otras actividades no académicas que las considero piezas importantes en mi vida. Entre ellas está un proyecto literario que comencé en el mes de abril, he tenido muchas experiencias escribiendo este proyecto a corto plazo, he desarrollado maneras para mantener mi inspiración y cumplir con las etapas proyectadas. Enumeraré estas experiencias personales.
Mantener la curiosidad.
Ya sea para generar ideas o para redactarlas, en particular cuando me siento bloqueado, trato de relajarme, salir de mi rutina, realizar cualquier actividad (incluso rutinaria) con plena curiosidad, trato de ampliar mi atención. Miro cada detalle que me rodea, la gente, su ropa, sus movimientos, los animales, las hojas, la basura, las nubes, niños corriendo, etc. Cualquier cosa puede generar una idea potencialmente emprendedora.
Escribir prototipos.
Escribir un modelo del resultado final que deso lograr me ayuda a definir puntos específicos como qué quiero escribir, por qué lo quiero escribir, elementos que son indispensables dentro de la tesis, para qué tipo de lectores está dirigido, qué tipo de técnica podría usar, etc.
No separarme del bolígrafo y el papel.
Procuro tener todo el tiempo conmigo mi cuaderno de apuntes y mi bolígrafo, no hay un lugar específico donde las ideas nazca todo el tiempo, así que para no perder ninguna de ellas las escribo de inmediato en el lugar donde se me hayan ocurrido, no importa dónde esté ni con quién este, solo pido disculpas si interrumpo una conversación y escribo. Otras buenas soluciones son utilizar un aparato que pueda grabar nuestra voz o una agenda electrónica para escribir, cualquier dispositivo como estos puede sernos útil para no perder ninguna chispa creativa.
Crear espacios de creatividad.
Me gusta tener ciertos lugares específicos donde sentarme a escribir. En mi habitación he designado que el escritorio donde tengo el ordenador es únicamente para trabajar, por lo que procuro no hacer ninguna actividad no productiva allí, de ese modo cada vez que me siento ante el escritorio sé que es para trabajar. Del mismo modo busco otros lugares donde dejo energía creativa, por ejemplo en la universidad tengo algunos lugares donde escribo a menudo, la mayoría están al aire libre, cada vez que llego a ellos sé que obtendré alguna buena idea, aun en los tiempos de bloqueo.
Organizar el trabajo.
Cuando tengo una buena idea que necesito desarrollar utilizo el "divide y vencerás". Especifico pequeñas metas semana a semana para evaluar el progreso del desarrollo de la idea global, en este punto ya tengo que tener definido qué quiero escribir y cómo lo quiero terminar (trama y desenlace). Día a día los elementos que componen el todo van surgiendo poco a poco, al finalizar la semana evalúo el progreso.
Recién he iniciado formalmente esta travesía como escritor y sé que con el tiempo aumentaré esta lista de aspectos que me ayudan a desarrollar mi propia técnica para escribir mis proyectos literarios. Por supuesto estaré encantado de compartir mis experiencia, espero que sean de ayuda para alguien más.
Durante este mes de mayo de 2010 y parte del anterior abril me han sucedido muchas cosas, estuve en la actividad Espacio Centroamérica, me robaron dos teléfonos móviles, inicié la lectura de un libro nuevo, he conocido a nuevas personas y muchas cosas más. Las actividades del día a día, que son las académicas, han sido positivas aunque aun hay muchas que debo mejorar, pero me siento tranquilo al saber que al mismo tiempo he realizado otras actividades no académicas que las considero piezas importantes en mi vida. Entre ellas está un proyecto literario que comencé en el mes de abril, he tenido muchas experiencias escribiendo este proyecto a corto plazo, he desarrollado maneras para mantener mi inspiración y cumplir con las etapas proyectadas. Enumeraré estas experiencias personales.
Mantener la curiosidad.
Ya sea para generar ideas o para redactarlas, en particular cuando me siento bloqueado, trato de relajarme, salir de mi rutina, realizar cualquier actividad (incluso rutinaria) con plena curiosidad, trato de ampliar mi atención. Miro cada detalle que me rodea, la gente, su ropa, sus movimientos, los animales, las hojas, la basura, las nubes, niños corriendo, etc. Cualquier cosa puede generar una idea potencialmente emprendedora.
Escribir prototipos.
Escribir un modelo del resultado final que deso lograr me ayuda a definir puntos específicos como qué quiero escribir, por qué lo quiero escribir, elementos que son indispensables dentro de la tesis, para qué tipo de lectores está dirigido, qué tipo de técnica podría usar, etc.
No separarme del bolígrafo y el papel.
Procuro tener todo el tiempo conmigo mi cuaderno de apuntes y mi bolígrafo, no hay un lugar específico donde las ideas nazca todo el tiempo, así que para no perder ninguna de ellas las escribo de inmediato en el lugar donde se me hayan ocurrido, no importa dónde esté ni con quién este, solo pido disculpas si interrumpo una conversación y escribo. Otras buenas soluciones son utilizar un aparato que pueda grabar nuestra voz o una agenda electrónica para escribir, cualquier dispositivo como estos puede sernos útil para no perder ninguna chispa creativa.
Crear espacios de creatividad.
Me gusta tener ciertos lugares específicos donde sentarme a escribir. En mi habitación he designado que el escritorio donde tengo el ordenador es únicamente para trabajar, por lo que procuro no hacer ninguna actividad no productiva allí, de ese modo cada vez que me siento ante el escritorio sé que es para trabajar. Del mismo modo busco otros lugares donde dejo energía creativa, por ejemplo en la universidad tengo algunos lugares donde escribo a menudo, la mayoría están al aire libre, cada vez que llego a ellos sé que obtendré alguna buena idea, aun en los tiempos de bloqueo.
Organizar el trabajo.
Cuando tengo una buena idea que necesito desarrollar utilizo el "divide y vencerás". Especifico pequeñas metas semana a semana para evaluar el progreso del desarrollo de la idea global, en este punto ya tengo que tener definido qué quiero escribir y cómo lo quiero terminar (trama y desenlace). Día a día los elementos que componen el todo van surgiendo poco a poco, al finalizar la semana evalúo el progreso.
Recién he iniciado formalmente esta travesía como escritor y sé que con el tiempo aumentaré esta lista de aspectos que me ayudan a desarrollar mi propia técnica para escribir mis proyectos literarios. Por supuesto estaré encantado de compartir mis experiencia, espero que sean de ayuda para alguien más.